martes, 1 de marzo de 2016

Cómo llorar en la actuación de forma natural



Y más difícil todavía, ¿cómo llorar en el momento justo?

Llorar de forma auténtica es uno de los retos más difíciles de todo actor, y si bien en directo es especialmente difícil, en el terreno audiovisual tampoco resulta sencillo. El director dice “acción”, tienes al lado a un pertiguista apuntándote con el micro y en frente a un equipo entero a la espera de tu gran interpretación… y las lágrimas no llegan.
¿Cómo podemos preparamos ante la temida escena?
Aunque aprender a llorar sea un proceso muy personal y cada actor tenga sus trucos, te proponemos una serie de recursos que puedes utilizar para empezar a dominar esta técnica, de manera que con el tiempo irás viendo cuál es el más adecuado para ti.
De todas maneras, empecemos primero haciéndonos una pregunta:


¿Realmente necesitamos llorar?

En ciertas escenas pensamos que si no somos capaces de llorar habremos fracasado como actores. No obstante, se trata de una idea muy equivocada.
No siempre mostramos nuestra tristeza llorando. Piensa en un programa de TV donde una mujer nos está relatando su desgracia. Sus ojos se llenan de lágrimas pero ella trata de contenerlas, su rostro se halla claramente marcado por el trauma pero la mujer intenta mostrar una imagen de valentía. Está luchando contra las lágrimas, trata de esconderlas, pero nosotros sabemos que por dentro siente mucho dolor. Aunque intente no mostrarlo, nosotros lo vemos y lo sentimos.
Derrumbarse no significa tener que llorar, y muchas veces el impacto es más emocional cuando vemos a alguien conteniéndose.
Hagamos una cosa: considera dejar el llanto para la audiencia. Deja que quiebre tu voz, que tiemble tu labio inferior y después lucha por controlarlo todo. Junta tus labios fuertemente y suéltalos. Mira fijamente, traga saliva, mueve tus ojos hacia abajo, parpadea aguantándote las lágrimas, y por supuesto, utiliza también el resto del cuerpo con los movimientos de tus manos, los hombros caídos… ¿Lo ves? ¿Crees que realmente hace falta soltar lágrimas para que le mueva una escena al espectador? Lo importante es transmitir emoción.

Trucos y métodos para llorar

Si después de lo que te hemos comentado consideras necesario llorar, prueba con la lista de opciones que te ofrecemos a continuación:
·         Una de las tácticas más recurrentes, y en la que se basa el famoso método Stanislavski, es conectar con una experiencia personal de tu pasado y rememorarla. Sin embargo esta técnica requiere mucha práctica, porque al principio puede resultar muy difícil separar tu cerebro en dos, pensando en estas imágenes a la vez que conectas con tu texto e interactúas con el otro personaje, lo que te puede llevar a perder credibilidad e intensidad en tu interpretación. Los resultados suelen ser muy buenos, pero sólo tras ejercitar mucho esta habilidad. Una variación de este método es utilizar situaciones que nunca han ocurrido, pero que pueden resultarte igualmente devastadoras.
·         Si todavía no tienes demasiada experiencia te recomendamos que empieces por otras técnicas que exijan menos conciencia emocional. Lo primero que debes tener en cuenta es no forzar: cuando no sientes una convicción real sobre lo que estás haciendo tu audiencia puede darse cuenta fácilmente, por lo tanto no utilices expresiones extremas pues que se ve a la legua que quieres llorar, y déjate llevar por el momento para que realmente te afecte lo que está pasando. Cuando estás muy concentrado las lágrimas vienen por empatía.
·         ¡Escucha! Sin desviarnos mucho con lo que acabamos de comentar, utiliza tu escucha activa y ten el texto tan interiorizado que no lo tengas ni que pensar. Los mejores actores dramáticos son los que se meten en la escena y en el personaje, aquellos que transportan su mente a una situación y, dado al estado emocional que posee el personaje, las lágrimas empiezan a fluir.
·         Como tu intención es lograr una conexión muy fuerte, no tengas miedo en utilizar todo el tiempo que haga falta para analizar al personaje y diseccionar el script. Piensa cómo afecta la escena emocionalmente a tu personaje, y cuanto más lo hagas, más preparado estará tu subconsciente a la hora de enfrentarte a tu escena dramática, lo que hará que el llanto surja con más facilidad.

Y si todo falla…

Si no puedes llorar, no puedes llorar. Trabaja las diferentes técnicas, pero no te obsesiones ya que es algo que sucede, especialmente si el guion no es muy bueno. Después de todo siempre quedarán los remedios caseros, que nunca nos decepcionarán y llevan utilizándose desde siempre. Los más utilizados son:
·         El mentol, como el famoso Vicks VapoRub: Aplica poca cantidad cerca del lagrimal o en la parte inferior de los ojos. Es molesto, los ojos se ponen bastante rojos y suelen caer pocas lágrimas, pero es muy efectivo.
·         La cebolla: Te puedes imaginar lo que pasa, ¿verdad? Parte la cebolla por la mitad y realiza una fuerte inhalación.

¡Por fin lo he conseguido!

Una vez logres llorar no lo eches todo a perder tapándote la cara. Si necesitas hacerlo, espera unos segundos a que la cámara o el público la hayan captado y después hunde tu cabeza en tus manos.

Recuerda…

Nuestro objetivo no debería ser el llanto, sino las emociones. Céntrate en el verdadero compromiso con el personaje.
¿Qué te funciona a ti a la hora de llorar? ¿Tienes algún otro truco del que no hayamos hablado?

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