La improvisación
genera múltiples ventajas para nosotros los actores, aunque muchas veces no las
sepamos ver.
Nuestro éxito
profesional se deberá en gran medida al papel que juega la impro en nuestras vidas, así que merece la
pena invertir tiempo y dinero en estudiar sus técnicas.
¿Quieres saber por
qué te puede resultar tan importante?
1. Refuerzas tu formación y avanzas más rápido
Si tomas clases de
improvisación a la vez que te formas con el resto de tus clases, al poco tiempo
te darás cuenta de cuánto acelera tu aprendizaje. Pero, ¿por qué motivo?
Las clases de
interpretación en las escuelas suelen basarse en el análisis del guion, el
desarrollo del personaje, la conexión emocional, etc. En ellas aprendes técnica y preparación. La
improvisación, por otro lado, requiere dejarte llevar y sacar tu lado más instintivo y creativo.
Es por eso que muchos
actores de los que empiezan no le dan tanta importancia a la improvisación
cuando, en realidad, ambas formaciones deberían ir de la mano. Si combinas las
dos obtendrás muchos beneficios porque en nuestra carrera se trata de interpretar y de ser.
Muchos actores no
quieren formarse en improvisación porque no se consideran graciosos, creativos
o instintivos. Si es tu caso y crees que no tienes talento natural, ¡no le des
tanta importancia! Las clases no deberían conseguir que seas gracioso, sino
hacer que vivas el momento,
porque sólo de esta manera y sin pensar es como te acabará saliendo la
creatividad o incluso la gracia, espontáneamente y sin esperarlo.
2. Mejoras tu escucha
Sabemos que en impro una escena puede cambiar de rumbo en
cuestión de un segundo. Por eso cuando improvisas te fuerzas a escuchar activamente lo que tu compañero está
diciendo o haciendo para que la escena tenga sentido.
Una de las reglas de oro en improvisación es aceptar
siempre lo que aporta tu
compañero, sea lo que sea, y nunca contradecirle, sino añadir valor a partir de
ello. Escucharos mutuamente os permitirá establecer quiénes sois, dónde estáis,
qué hacéis y el porqué de todo lo que estáis creando.
3. Desarrollas la confianza
A medida que vas
mejorando tu improvisación aprendes a confiar y a creer en tus propios instintos.
Y no sólo en los
tuyos, sino en los de tus compañeros
de reparto. Contar con ellos y entenderles es muy importante para saber lo
que están pensando y de esta manera poder responder adecuadamente.
La confianza también
se desarrolla en muchos otros niveles, como en tu personaje. ¿O no te lo
tienes que creer siempre, por muy absurdo que te parezca?
4. Trabajas los nervios
Los nervios sobre el
escenario, en las pruebas de casting, etc., son uno de los mayores retos a los
que se enfrenta todo actor.
Sabemos que en
nuestro día a día puede suceder cualquier cosa. Salimos de nuestra área de
confort a menudo y nos acostumbramos a todo tipo de situaciones imprevistas.
Los actores somos valientes,
afrontamos el estrés que nos producen determinados momentos e interpretamos
como si nada estuviera pasando en nuestra cabeza, y la mejor manera de
trabajarlo, además de las técnicas de respiración y relajación, es a través de
la improvisación.
5. Mejoras tus pruebas de casting
Muchas pruebas de
casting, especialmente en publicidad, no tienen diálogos y se basan en
improvisar con las pautas que el director te indique. Otras veces, aunque debas
prepararte una separata, muy posiblemente termines teniendo que improvisar
igualmente.
Por tanto, ser bueno
en impro es como tener un as en la manga para hacer mejores castings, pues
estarás preparado para afrontar cualquier reto que se te pida.
También te puede
ayudar mucho si se
te olvida parte del texto o
cometes algún fallo, pues
tendrás recursos para reaccionar y no te bloquearás por ello, o al menos no
tanto como un actor que no tiene ninguna base de improvisación.
Muchas veces no
disponemos tiempo suficiente para prepararnos a fondo, y esto hace a muchos
actores sentirse más inseguros cuando afrontan la prueba. Por esta
razón, las clases de improvisación, de castings o practicar la lectura
preventiva pueden
resultar tan importantes para conseguir un papel, pues las circunstancias
pueden ser imprevisibles, pero nosotros sabremos que tenemos herramientas para dominarlas.
Haberse formado en impro puede ser, además de todo lo anterior,
un “plus” en tu currículum a la hora de que te llamen para
castings, especialmente los de publi que, como comentábamos antes, son los
que más necesitan de esta técnica. Las agencias saben bien que si posees una
buena base tendrás de más posibilidades de salir airoso de una prueba, lo que
hace que también tengas mayores
posibilidades de que te representen.
6. Mejoras tu vida personal, fuera del escenario o del set
Puede que nunca lo
hayas pensado, pero la vida no tiene un guion definido. Todos los días nos
exponemos a multitud de situaciones
diferentes, e incluso cualquier conversación que tenemos con alguien se
trata de una improvisación.
Además, a diario nos cuestionamos siempre todo y a veces dejamos de hacer cosas
porque no estamos seguros, pero en impro no lo hacemos, porque mataríamos la
energía. Como ves, la improvisación te ayuda a pensar de otra manera: te hace
ser mejor comunicador, negociador, a tomar las riendas, a venderte mejor como
actor, a actuar sin pensarlo demasiado: a hacer.
Y también nos desestresa. Las situaciones
ridículas se llevan mejor sabiendo que en clase han sido mucho más ridículas
aún, ¿verdad?
Pero, sobre todo, es divertido. Te ayudará a
pasártelo bien, a disfrutar de nuestro maravilloso oficio y de los desafíos que
nos ofrece nuestro día a día.
A los actores nos
encanta jugar.
¿Jugamos?
Cuéntanos qué
beneficios te produce a ti la impro,
qué ejercicios te gusta hacer, si alguna vez te ha sacado de algún apuro o si
todavía te encuentras valorando apuntarte a clases. Queremos saber tu historia…
¿Nos dejas un comentario?
Tomado de: http://www.premiereactors.com
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