Solo quien ha
podido actuar en teatro y en cine, puede explicar y entender las diferencias y
similitudes de hacerlo en cada uno de
ellos con sus características; He
conocido muchas personas que sin ser actores o directores, se atreven a juzgar
y a sostener que los actores de teatro no sirven para el cine, puede que tengan
razón, hay actores de Teatro que suelen interpretar correctamente, con una
buena dicción y presencia escénica, pero cuando se colocan delante de una
cámara parece que estuvieran empezando en el mundo de la interpretación.
Sobreactúan, colocan la voz y exageran sus gestos faciales.
Un actor que posea talento podrá interpretar
tanto para Cine como Teatro, lo importante es entender la técnica
cinematográfica. He aquí un resumen de los aspectos más relevantes a tener en
cuenta:
Hay que tener claro que en cine se actúa
totalmente de manera contraria que en el teatro, en vez de expresar hay que
interiorizar, en vez de exagerar hay que simplificar y en vez de recordar la
siguiente frase hay que olvidarla.
En teatro el espectador lo ve siempre de
cuerpo entero, en cine abundan los primeros planos, por lo cual en una pantalla
grande su imagen es muchas veces mayor al tamaño natural y el mínimo matiz de
cada uno de sus gestos es magnificado.
La voz en
teatro debe alcanzar hasta la última fila de la sala (30 metros por ejemplo).
En cine el espectador está donde se encuentra la cámara (1 metro por ejemplo).
Por lo tanto nuestro volumen de voz debe ser el mismo que utilizaríamos al
hablar con una persona que está a 1 metro de distancia.
En teatro el actor posee libertad de
movimiento, aunque tenga referencias o marcas, si no llega exactamente a ellas
no es grave. En cine el actor debe controlar sus movimientos en todo momento,
tan solo unos centímetros fuera de la marca establecida hace que el actor no
aparezca perfectamente en cámara.
Los gestos
en teatro tiende a ser más exagerados, en cine cualquier gesto grandilocuente
se ve feo e incluso de mal gusto. La cámara no permite engaños, un ademán
desmesurado resulta superfluo.
En teatro el actor interactúa con otros
personajes, recibe sus estímulos y energía. En cine el actor normalmente actúa
solo, al menos que el otro personaje aparezca en cámara. Por esta razón todos
los estímulos se los debe imaginar el actor.
Cuando un actor interpreta para teatro
comienza y termina, vive todo el proceso del personaje. En una película el
actor comienza rodando el final, luego el comienzo y por último el medio (la
película se rueda de forma fragmentada por necesidades de producción), por esta
razón el actor no vive ese proceso y debe ubicar sus emociones dependiendo de
la escena.
Para el
teatro es importante saber, decir e interpretar bien el texto, para el cine lo
más importante es la sencillez, simplificar, ser lo más cercano a la realidad.
En Teatro
se puede ofrecer una interpretación. Delante de la cámara más vale tener una
experiencia.
En conclusión, tanto en teatro como en cine
ambos requieren los mismos ingredientes, pero en distintas proporciones, y como
actor deberás sentir lo mismo, la única diferencia está en la manera de hacerle
frente.
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