En algún momento de nuestra trayectoria como actores, el contacto físico
supone, en mayor o menor medida, una barrera difícil de cruzar, y más cuando
conlleva fuertes emociones o pasión.
Muchas veces nuestros límites
son inconscientes, y éstos dependen por una parte del carácter la
persona y por otra parte de circunstancias externas:
- Cuando tenemos poca formación o experiencia tendemos no confiar en nosotros mismos o en la otra persona.
- La cultura con la que hemos crecido nos hace tener prejuicios sociales, nos hace ser clasistas y muchas veces nos limita en la manera en la que actuamos o pensamos.
Veamos un poco más detenidamente todas estas dudas y prejuicios que nos
pueden surgir a lo largo de nuestra carrera, y cómo afrontarlas:
Nervios
y ansiedad
Sea ante una caricia, unas
palmaditas en el hombro o un beso apasionado, cada persona reacciona de
una manera diferente. Mientras a algunos les parece algo natural, a otros les
puede generar ansiedad, sobre todo cuando se enfrentan las primeras veces a
este tipo de situaciones.
Ten en cuenta que el contacto físico no sólo puede parecer difícil para
muchos actores, sino para
los directores que en
ocasiones no pueden lograr la intención deseada de nuestra interpretación sin
tener que hacernos repetir las tomas muchas veces más; o para equipo técnico, que muchas veces se
tiene que buscar la vida para hacer bien su trabajo con mucho menos personal y
tratando de que su presencia se note lo menos posible, del tal manera que los
actores se sientan a gusto.
A ti, como a todos, te tocará actuar con gente a la que acabas de
conocer, gente que conoces de toda la vida, gente que te gusta y gente que no,
casados, solteros, completamente diferente a tus estándares –por ejemplo, mucho
más mayor o pequeño que tú-, etc. Es algo a lo que te acostumbrarás con el tiempo.
La primera vez no puedes evitar sentirte un poco raro al tocar a un
extraño, o que te toquen a ti. Lo más importante para quitarte esos nervios
es dejarte llevar por el momento de
la escena y ya verás cómo, cuándo conectes con tu personaje y no con tu
persona, te parecerá lo más natural.
Piensa que es como cualquier cosa que ocurre en la vida real, pero
con cero presiones, porque
según el guion, sabes exactamente cómo y cuándo va a pasar.
Tomado de: www.premiereactors.com
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